Una conversación de corazón | Gaby Vargas

Una conversación de corazón

¿Al término de una conversación, la persona con la que platicaste termina sintiéndose mejor o peor acerca de ella misma? ¿Lo has pensado?

¿Te gustaría saber la fórmula para tener siempre conversaciones enriquecedoras y que la gente se vaya con la sensación de que ese rato que pasó contigo valió mucho la pena y que le gustaría procurarte más ya sea como amigo o como cliente?

La fórmula que a continuación te comparto, los chinos la han aplicado a un sin número de cosas, me refiero a: Los Cinco Elementos. Créeme que es muy efectiva y te fascinará conocerla tanto como a mi.

 

Coherencia

Antes que nada, en una situación social o de trabajo, el primer factor que requieres para tener una conversación perfecta, es estar en un estado de “coherencia”; es decir en un estado de calma interna que te permita conectar con la esencia del otro, para ver más allá de los juicios a priori que tu mente te pueda formular.

Comienza y practica unas tres respiraciones pausadas y profundas para que te conectes con tu interior. Una vez que te encuentres en ese estado, es más fácil contactar con tu intuición y con tu sentido común, que será la línea conductora del encuentro. ¿Listo?

 

Los Cinco Elementos

El antiquísimo conocimiento cosmológico oriental clasifica todas las cosas en el universo según los cinco elementos básicos que se relacionan con texturas, colores, formas, elementos que se combinan e interactúan entre sí para darnos vida y son: fuego, tierra, metal, agua y madera.

Los chinos aplicaban este conocimiento en campos tan distintos como la música, la medicina, la estrategia militar, las artes marciales entre otras. Sabían por ejemplo, que para lograr que un lugar estuviera en armonía con la naturaleza y fuera placentera al entorno, debía tener los cinco elementos en un balance perfecto. De ahí las bases que crean el conocimiento del Feng Shui, mismas que se pueden emplear para que una conversación sea armoniosa y nutritiva.

Lo mismo habría que tener en cuenta al conocer a una persona y crear una memorable conversación. A continuación los Cinco Elementos:

 

1.- Fuego.- Inicia siempre con éste elemento que se relaciona con el corazón.  Aquí se trata de conectar con el otro como si estuvieran sentados alrededor de una fogata. Es decir, reír, platicar de cosas simples, amenas, cotidianas que los lleven a sentirse cómodos y relajados uno con el otro. Este elemento sirve para sobreponerse ante cualquier tipo de nerviosismo.

Envía al otro tu energía desde el corazón, así como míralo a los ojos sin distracción, para que se sienta visto e importante.

2.- Tierra.- Este elemento trata de servicio. Es decir, una vez que estableciste una conexión de corazón, tu intención será ser tan abundante como la madre tierra y poder ayudar o nutrir a esa persona. Esto requiere voltear los reflectores totalmente hacia ella. Con frecuencia el sólo hecho de escucharla con atención, ya cumple con el propósito.

3.- Metal.- Imagina encontrar un pedazo de plata, oro o platino en tu camino. Te daría un enorme gusto, ¿no? pues cuando tú reconoces con honestidad el valor en el otro, su honestidad, su fortaleza, su belleza y demás cualidades, provocas la misma reacción. Siempre concede y hazle saber a la persona ese metal precioso que ves en él o en ella. Verbalízalo y verás como la persona brilla al sentir que ves su magnificencia.

4.- Agua.- El agua es el elemento de la curiosidad. Cuando ves lo basto del océano sólo por encima, no te percatas del mundo mágico y maravilloso que alberga en sus profundidades. En este elemento, se trata de preguntar con una curiosidad inocente más detalles sobre lo que al otro le gusta, le apasiona, le interesa o lo mueve. Esto por lo general halaga y agrada a la persona. El agua te lleva a descubrir más sobre la personalidad del otro de manera respetuosa.

5.- Madera.- Una vez que  conectaste, serviste, reconociste el valor de la persona y fuiste curioso porque en realidad la persona te interesa y te gustaría entablar una amistad con él o ella; es el momento de darle una opción para verse o hablarse en un futuro.

¿Cuántas posibles buenas amistades se quedan en el tintero, por no concretar una futura cita o llamada para frecuentarse más. La vida es muy corta y una intención no basta. Hay que buscar una opción. Se tú quien la procure y aplica los Cinco Elementos en tu próxima conversación. Nunca sabes cuánto puedan enriquecerse la vida de ambos a través de fortalecer el vínculo.

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